La agudización de la crisis y el final de un régimen desquiciado

El país sigue en picada.

1. El caso Ciccone no se soluciona sino que se ahonda la crisis en el seno del poder.
2. Repsol gana más dinero sin YPF. En el sitio BWM se lee: “Repsol, sin YPF ganó un 12% más en el primer trimestre del año como consecuencia de la subida del precio del petróleo. La petrolera española registró un beneficio neto de 643 millones de euros entre enero y marzo, lo que supone un 12,4% más que en el mismo trimestre de 2011, excluyendo YPF, expropiada por el Gobierno argentino el mes pasado.” Nuevamente un supuesto acto de soberanía se convierte en el salvataje de intereses foráneos. Nos siguen robando y nos hacen creer lo contrario.
3. La CTA hizo su paro y movilización y mostró gran convocatoria. Los camioneros amenazaron con paros sorpresivos pero lo más destacable es el acercamiento entre la CTA y la CGT moyanista. Un nuevo frente se abre para el gobierno.
4. ¿Scioli dará solución a las consecuencias del “impuestazo” en la provincia, como cree Carlos Acuña? El paro del campo se nacionalizó pero no amenaza con extenderse… por ahora.
5. Cada vez tenemos menos reservas. Se lee en Clarin.com “En mayo se retiraron US$ 1.450 millones de los bancos.” ¿Si los dólares son el respaldo del peso, que pasa con el valor de nuestra moneda? Economía de secundaria.
6. El Cacerolazo amplió sus pedidos. No solo dólares sino contra la inseguridad y la corrupción, dos flagelos que carcomen la Argentina pos golpe.

Perspectiva: Si el gobierno no arregla con el moyanismo el 30% de aumento del sueldo y la suba del mínimo no imponible esto se desmadra. Dentro de este esquema donde actores diversos se han levantado para pedir, el sindicalismo es el único que tiene el poder para hacer retroceder al gobierno en sus decisiones desquiciadas. Pero lo nuevo de este escenario son los puntos de contacto entre los diferentes grupos: sectores medios, sindicalismo y campo. Nunca a los sectores medios les cayó bien el sindicalismo y sí el campo. El sindicalismo siempre vio con cierto recelo a los sectores medios urbanos pero hoy se acerca porque encuentran puntos de contacto. El campo, siempre laborioso y silencioso, gusta a los sectores medios no así a los sindicatos. Pero hoy pueden encontrarse. Veremos que pasa.