"La primera ley de la historia es no atreverse a mentir, la segunda, no temer decir la verdad" Su Santidad Leon XIII

lunes, 22 de julio de 2013

Texto imperdible de J.B. Alberdi contra las logias, prensa y demás

A continuación comparto con uds. un texto de Juan Bautista Alberdi en donde podrán encontrar infinidad de verdades sobre la Argentina de fines del siglo XIX y también de la Argentina de principios del siglo XXI. En amarillo el texto de Alberdi.

En febrero de 1871 Juan Bautista Alberdi publica en Londres Peregrinación de Luz del Día o Viajes y aventuras de la Verdad en el Nuevo Mundo, áspero libro que caricaturiza la Argentina que había contribuido a formar.

“La Verdad se determinó un día de mal humor a emigrar al Nuevo Mundo”. Con el nombre de Luz del Día llega a Buenos Aires encontrando que los clásicos villanos de la literatura, Tartufo, Don Basilio, Gil Blas habían “emigrado a este mundo de creyentes fáciles, de ilusiones, esperanzas y riquezas”. La Argentina estaba conformada por ellos en “un patriotismo de empresa industrial”, sirviéndose de logias, la prensa y la educación. Las logias son máquinas de opinión ficticia, talleres de justicia convencional, manufacturas de verdad hechiza, laboratorios de atmósfera moral para dar vida a seres, a ideas, a cosas que hubieran sido destinadas a morir de nacer en su atmósfera natural verdadera” dice Tartufo; “la prensa tiene por objeto ocultar la verdad… en otro tiempo se calumniaba en secreto, hoy se calumnia a la luz del mediodía” corrobora Basilio; la educación consiste en “no estudiar (la verdad), nadie la busca, nadie la quiere, y todos la evitan como causa de antipatía, de pobreza, de asilamiento y de inferioridad… la verdad legítima es la hecha por el legislador. No hay un hombre aquí que no sea adorador y apóstol furioso de la verdad, con tal que sea la verdad de su hechura”, agrega el mismo Basilio.



Los nuevos dueños de la Argentina cambiaron la historia valiéndose de la prensa, el libro, la educación y las logias. “Nuestro Plutarco en su calidad de educacionista ha escrito la vida de nuestros bandidos para servir a la educación moral de la juventud… -dice Tartufo-. Si el tirano o el malvado, como se llama siempre al hombre-obstáculo, llega a ser suprimido por los suyos propios con la alianza de sus enemigos, … no faltaría más que dejarle morir impunemente para hacerle ganar la palma del martirio y seguir dañando desde la tumba nuestros intereses con ese fantasma de martirio heroico en que creen a pie juntillo los papamoscas que forman el pueblo soberano. Basilio se encarga de suprimirlo y esculpir en su epitafio las palabras de ladrón, asesino, malvado, embustero, para que el caminante exclame ¡Bendita sea la mano que nos libró del él!”

Los bribones manejan las finanzas de la Argentina con habilidad. “Como con el dinero se hace el poder, y con el poder se hace la verdad, el derecho, la moral –dice Tartufo-, el dinero es el poder legítimo, la autoridad moral, con él se compra la obediencia, el respeto, el sufragio, las simpatías, las opiniones, las creencias, la fe, la esperanza… Se entrega (el dinero) para trabajos de utilidad pública, o sea muelles, puertos, ferrocarriles, canales, acueductos, diques y telégrafos. Para alimentar esta credulidad tengo mi sacerdocio y mi cátedra que son los escritores y la prensa. La prensa hace atmósfera, tiene una retórica metálica porque sirve para hacer dinero… Para que el dinero sea un instrumento de influencia y de poder, es requisito indispensable que no sea propio. A los hombres y a los pueblos se los compra con su propio dinero, así como se los tiraniza con su propio poder… Para el crédito inteligente, el arte de contar es el arte de mentir por la lengua de los números… Las cuentas públicas demuestran con cifras aritméticas la inversión legal del último centavo de la renta que la realidad demuestra disipada entre diez explotadores de la patria. Todo el arte de esta aritmética de magia descansa en una mera concesión: en que el número 2, por ejemplo, se haga pasar por 4, y el 4 por 14. Con esta simple precausión la lengua de los números viene a ser la lengua de la mentira histórica sin dejar de ser la lengua de la verdad matemática”.

El tercer farsante –Gil Blas- se ocupa de las elecciones: “No es poco saber buscar y descubrir un presidente gobernable… Debe tener en apariencia todas las aptitudes del mando, pero en realidad debe carecer de todas. Con el exterior de un gobernante nato, debe ser más gobernable que un esclavo; debe ser un timón con el aire de un timonero, una máquina con figura de maquinista, un carnero con piel de león, un conejo con el cuero de una hiena, un bribón consumado con el aire grave del honor hecho hombre. Debe ser un mentiroso de nacimiento para darse aires de odiar la mentira. El carácter es un escollo y el vicio de decir la verdad es otro. El que ama el poder y aspira a tenerlo debe dejarse mutilar la mano antes de abrirla si esta llena de verdades. Gran fama de hombre culto debe tener, pero jamás llegará al poder si su educación ha sido hecha por estudios que ha dejado de hacer en universidades que dejó de frecuentar, en instrucción y conocimientos que se abstuvo de adquirir. Debe tener el talento de ocultar la verdad por la palabra y la prensa. La frase gobierna al mundo a condición de ser vacía

Cansada de bellacos, Luz del Día busca a los herederos “de la España caballeresca” que debe haber en la Argentina. Encuentra algunos, “extranjeros a las ciudades formadas por el comercio judaico y protestante. Se han quedado en las montañas, en las campañas desiertas, en las soledades mediterráneas… Sus caracteres presentan una incomprensible mezcla de grandeza y de barbarie, de crimen y heroicidad. Asi es que de un lado tienen adoradores fanáticos y del otro violentos e implacables enemigos”… “Lo peor de ellos –dice Gil Blas- es que pretenden desacreditar y afear las ocupaciones honestas en que vivimos Basilio, Tartufo y yo. Nos hacen un daño inmenso envolviéndose en corazas vaporosas que llaman honor, probidad, desinterés, patriotismo. Pero nuestro Basilio conoce el arte de meterlos en razón”. Es el “arte del exterminio político… asegurando (la impunidad) al patriota ejecutor del crimen” con su arma favorita, “la calumnia de civilización y progreso”.

En ese medio corrompido y controlado por Tartufo y los suyos Luz del Día encuentra a Don Quijote más loco que nunca, “que ha hecho de la Libertad su Dulcinea; en España se creía un héroe, aquí se cree un Dios. ¡Qué libertad sea! dice aquí como el que dijo ¡Sea la luz! y el loco queda creído que la libertad ha nacido y es un hecho, porque existe un decreto escrito…, decreta hombres libres, forma municipales, hace legisladores y electores por la mera virtud de sus decretos escritos… Suprime la historia del país y la complexión o constitución social que un país debe a su historia secular, por un decreto en el cual ordena que lo que ha sucedido, no sea lo que ha sucedido sino lo que ha dejado de suceder… Decreta para su país de constitución o complexión hispanoamericana, la constitución o complexión norteamericana, que es la obra natural de los hechos que forman la historia angloamericana… No hay quien disuada a don Quijote que un decreto escrito no es, por sí solo, una institución, es decir, un hecho real, por el hecho cierto de estar escrito”.

[…] Cansada de bribones y de ilusos, Luz del Día se vuelve al Viejo Mundo.


Rosa, José María: Historia Argentina. Tomo VIII. Buenos Aires, Oriente, 1979, pp.172-174.

sábado, 20 de julio de 2013

Propuestas de un Nacionalista Católico - Descripción del contexto

Un amigo nacionalista de Facebook me ha dicho que el texto sobre el Nacionalismo Católico le parecía muy bueno pero que le faltaba algo: propuestas. Me he quedado pensando y creo conveniente que antes de hacer cualquier propuesta es necesario conocer el terreno en el que se van a desarrollar esas (o cualquier otra) propuestas.

La primera aproximación debe ser teniendo en cuenta el Apokalipsys. ¡Qué fachista no! ¡Todo un cuento! Pensaran algunos. Divague otros. No me importa, es el mejor marco que podríamos poner a cualquier explicación circunstancial: el marco de la Verdad.

Gracias a este libro santo inspirado por el Espíritu de Dios sabemos que luego de la Venida del Mesías y su subida a los Cielos el mundo esta preso del Príncipe de este Mundo, el Demonio. También sabemos que hacia el fin de los tiempos se desatará la tiranía más tremenda de todas, la del Anticristo, que durará tres años y medio. Por fin, Cristo volverá como se fue y derrotará definitivamente a Satanás y sus secuaces, hará el Juicio Universal y descenderá la Jerusalén Celestial con todo el ornato descrito de manera magistral por San Juan.

A su vez, entre la Primera Venida y la Segunda Venida, la historia de la Iglesia esta dividida en siete. Cada una representa un momento histórico de la misma y cuanto más nos acercamos al final más la entendemos. Así, sabemos que desde la crisis del siglo XIV para el presente la Iglesia Católica no gobierna más el mundo y que desde allí en adelante el mundo y la Iglesia se fueron separando cada vez más, hasta llegar a lo que hoy tenemos: algo insoportable. Los varones se casan con varones, las mujeres con mujeres. Las familias son disfuncionales y o están dispersas. La célula profunda de la sociedad no existe más como tal y ha mutado a combinaciones para nada naturales y propensas a la salvación del alma. Las relaciones entre los hombres ya no están enmarcadas en el orden natural y familiar sino regido por las pasiones más bajas o por la rebelión a todo orden y divinidad. Las naciones enteras aceptan el asesinato de seres inocentes para que las madres puedan “vivir mejor y sin el peso de un hijo”. Las naciones del mundo aceptan que los hombres, una vez vivida la vida y sin ganas de seguir en ella, puedan decidir cuando y como dejarla. Las naciones más progresistas del mundo se debaten la legalización de la pedofilia y el incesto, vean Holanda y Suiza respectivamente. Aberraciones tras aberraciones. Subversiones tras subversiones. Disolución.


Nuestra patria no es ajena a todo esto. Hace unos años se legalizó la unión entre personas del mismo sexo y la ley de género, por la cual cualquier varón que se sienta mujer y viceversa, con el solo hecho de realizar un trámite, puede cambiar de sexo. Desde otro ángulo, los grupúsculos de izquierda vienen fogoneado en el Congreso para la legalización del aborto, siempre estimulados por el poder mundial del dinero y por los organismos internacionales. La delincuencia ha aumentado y los delitos son cada vez más aberrantes y crueles, siendo, muchas veces sus móviles, desconcertantes. La droga entre los jóvenes corre como reguero de pólvora y el descontrol juvenil es cada vez más grave. Por otro lado, la política, esa corporación degenerada que, no importa el color de su bandera, cierra filas cuando sus privilegios de casta son puestos en duda. Y los medios, sus eternos aliados, sin los cuales este gran circo no podría mantenerse ni un minuto. Los recursos entregados por Dios a esta patria son destruidos o vendidos a los mercaderes del odio. Nuestras riquezas del suelo explotadas por los mandones internacionales con complicidades nacionales vestidas de saco y corbata. Los alimentos y el agua derrochados o regalados. Alimento de ricos extranjeros y sometimiento de pobres nacionales. Y el desorden podría seguir y seguir y seguir, pero prefiero detenerme y comenzar a pensar en las propuestas, tal como me pidió Don Fedee Rivera. 

martes, 16 de julio de 2013

¿Qué cree un Nacionalista Católico?

El oficialismo y la oposición dos grupos dentro de un mismo esquema, dos contrarios funcionales a los objetivos de la modernidad. Infinidad de candidaturas, infinidad de voluntades, muchas con la buena intención de lograr una convivencia armónica, muchas otras con la clara intención de satisfacer aspiraciones egoístas y personales, pero enmarañadas en un remolino que los fagocita. No hay en el Régimen salida alguna. Es difícil aceptarlo pues destruye muchas ilusiones que, las más de las veces, son sostenimiento de existencias vacías de la divinidad. ¿Luchar sin resultados? ¿Saber que nunca voy a triunfar como quiero? Me pregunto: ¿qué voluntad con la vocación de gobierno puede aceptar esto?

Para que el Nacionalismo Católico sea verdadero su lucha debe ser, en primer lugar, contra las potestades aéreas, tal nos enseña San Pablo. La destrucción de los errores que carcomen a nuestra Santa Iglesia Católica es lo principal. La lucha encarnizada contra la herejía y el amor al que yerra.  Sino focalizamos el principio de todos los males en la mala hierba que brota en la Iglesia no podremos proyectar una estrategia coherente y con posibilidades de éxito, aunque sea temporal. Debemos ir contra el falso ecumenismo, contra la libertad religiosa y la colegialidad. Debemos exaltar a la Iglesia Católica como única depositaria de la Verdad Revelada por Dios a los hombres, como la única institución con potestad para enseñar esa Verdad y, al Sumo Pontífice, como la única cabeza con poder delegado de lo Alto para comandar la barca.

Algo si debe hacerse antes de enseñar la Verdad, practicarla. La práctica de la Verdad en las familias y su transmisión generacional es la única salida posible. Pero debemos advertir algo más. Muchos de los canales por los cuales se transmite la Palabra están corrompidos, el lenguaje ha sido subvertido, tal como muestra de manera inobjetable el Lic. Monedero (h) en sus análisis. De ahí que debemos reestablecer desde el lenguaje hasta el orden natural, sin los cuales es imposible que la Gracia de Dios descienda a los corazones. Los Nacionalistas Católicos luchamos sin cesar ¡hasta porque la palabra “tolerancia” signifique lo que significa! Parecemos locos, también lo parecían los primeros cristianos. De ahí nuestra lucha a muerte contra la cultura de la muerte y toda destrucción del orden natural.

Estamos en contra del aborto, la suma de todos los crímenes, la destrucción de bebes en manos del imperialismo del dinero, sangre inocente que Satanás bebe en vasos hechos con el oro de las naciones que han claudicado y traicionado al Rey de Reyes.

Estamos en contra de la unión de las personas del mismo sexo y de su incultura, de la perversión del amor y la desaparición de la felicitas y su reemplazo casi total por la cupiditas.

Estamos en contra de la ley de género que transforma, en los papeles, a un hombre en una mujer y a una mujer en un hombre, trastocando todo orden social sin el cual es imposible vivir en comunidad.

Estamos en contra de la democracia, sistema perverso levantado de los escombros de las dos guerras mundiales para sojuzgar al bien común y amparar todas las atrocidades contra Cristo y su Iglesia y contra todo Orden Natural. ¿La mayoría tienen razón? ¿Y si la mayoría quiere volver a crucificar a Cristo, debemos aceptarlo sin más?

Estamos en contra del Imperialismo del Dinero, del orden mundial basado en la acumulación del capital y en su brazo armado el materialismo ateo. Las peores atrocidades se siguen haciendo en nombre del capitalismo y del comunismo, los dos brazos de un monstruo que ha ensombrecido la tierra toda y la hace gemir como con dolores de parto.


Parecemos antiguos, somos tradicionales. Parecemos intolerantes, odiamos el error y amamos al que yerra. Parecemos violentos, defendemos a los indefensos. En definitiva, parecemos locos, somos católicos. 

sábado, 6 de julio de 2013

El hombre de orden

Para mis amigos franceses en una lucha que puede llevar a la salvación de su Patria

EL HOMBRE DE ORDEN

¿Cuándo se dice que un hombre ha puesto su vida en orden? Para que sea así, hace falta que haya conformado su conducta a lo que él cree verdadero. El insurgente, que, en el desorden de su pasión, muere por una idea que hizo suya, es en realidad un hombre de orden porque ha ordenado toda su conducta a un principio que le parecía evidente. Pero nunca podremos considerar como un hombre de orden a ese privilegiado que hace sus tres comidas diarias durante toda una vida, que tiene su fortuna en valores seguros, pero que se mete en su casa apenas hay ruido en la calle. Él es solamente un hombre de miedo y de ahorro. Y si el orden francés debería ser el de la prudencia y de la sequedad de corazón, estaríamos tentados de ver ahí el peor desorden, porque, por indiferencia, autorizaría todas las injusticias.”


Albert Camus, Combat, 1944

Visto en Catapulta.com.ar