Para todos los progresistas que
se jactan de defender la Patria
les digo que repetir esta “Historia”, que fue creada por un jesuita descontento
por su expulsión y financiada por Gran Bretaña para debilitar el poderío
español sobre las Indias, es IMPERIALISMO y no lo que hicieron los españoles en
América durante tres siglos. Sigan haciéndole el juego al enemigo, que cada vez
que los escucha repetir de memoria estas falsas interpretaciones, se ríen sin
parar.
Ya Ernesto Palacio describía esta
situación en 1939 de esta manera magistral:
“Tanto
la generación de la independencia como la de la organización nacional encararon
la cuestión de nuestros orígenes y, por consiguiente la de nuestro ser y
nuestro destino, en una actitud de polémica con respecto a España. Era el enemigo; la garantía de nuestra existencia
consistiría en diferenciarnos, en renegar en lo posible de su influjo.
Todo el pensamiento del siglo contribuía a legitimar esa posición. Corría la
época, de la expansión de las ideas revolucionarias, democráticas, la época del
liberalismo, y España pareció quedar retrasada en un movimiento que se suponía
fatal. Atraía todas-las miradas, en el norte, el crecimiento fabuloso de los
Estados Unidos de Norteamérica. Y nosotros creímos encontrar en sus
instituciones el modelo perfecto de la organización, civilizada, y el compendio de todos los vicios en la nación que nos
había dado el idioma y la fe.
Teníamos defectos; los
conocíamos. Y como estos defectos (o, mejor
dicho, particularidades, consideradas defectuosas por la equiparación con el
patrón yanqui) eran típicamente españoles, se dio en
considerar nuestro origen como una desgracia y el purgarnos de esas taras, es
decir, el descastarnos, como el secreto de nuestra salvación. Los
mejores espíritus se empeñaron en buscar argumentos que probaran la existencia
de una diferencia substancial entre nosotros y los fundadores. No bastaba con
la simple aspiración a diferenciarnos; había que sostener que ya éramos
distintos. El principal paladín de esta campaña fue Sarmiento. El más absurdo,
Alberdi, con su abyecta equiparación del heroísmo y la barbarie y con su ideal
de poblar el territorio con inmigrantes nórdicos, protestantes, que limpiaran
hasta los últimos vestigios de la herencia nefanda.
Pero si no éramos españoles, ¿qué
seríamos?...
Desde los primeros tiempos de la Independencia ya se
había esbozado una mística incipiente, estimulada por el humanitarismo del
siglo, que daría respuesta a esta interrogación inquietante. La necesidad de ostentar una genealogía se tradujo en una
idealización y una glorificación del indio aborigen, víctima de la conquista.
Esta glorificación se inicia en los escritos de Moreno, de Monteagudo, de los
principales voceros de la
Revolución , y alcanza forma política en el proyecto de
Monarquía incaica. No es difícil percibir la vinculación de dicha propaganda
con la idealización del "hombre natural"
que se había hecho carne en la mentalidad de ese cuarto de siglo: era la influencia de Juan Jacobo, traducido por Moreno.
La consecuencia de todo esto fue remachar, con fines
polémicos, la solidaridad de los americanos con el aborigen, contra el español;
el considerar la Revolución
como un desquite de la "usurpación" cometida por España, y el
entroncar artificialmente a las nuevas naciones libres con la tradición
indígena. Nuestros antepasados no serían, los españoles. Nuestros héroes
no serían los Cortés, los Pizarro, los Mendoza —-esos "tiranos"-,
sino Lautaro, Caupolicán y Tupac Amarú...
Las
generaciones siguientes persistieron en ese espíritu, como lo demuestra,
entre otras cosas, el empeño de D. Vicente Fidel López en otorgarles una
ascendencia ilustre —aria— a los indios peruanos. Pero
la actitud antiespañola se manifiesta, especialmente, como europeísmo liberal
"iluminado", que abomina de España, sobre todo, su tradición católica
"oscurantista". El acento histórico se hace europeo. Se invoca
y se sigue el ejemplo francés, inglés, norteamericano. No nos consideramos,
desde luego, españoles; sí (aunque un poco a pesar nuestro, como transacción)
"latinos". El problema de los orígenes pierde en importancia. Liquidada
la guerra de la
Independencia , se mitiga el indianismo polémico y se le
sustituye por la convicción de que nuestra tarea colectiva consiste en ponernos
a tono con las últimas novedades de allende los mares. No seremos, pues, una
cultura alimentada por las raíces, como todas las verdaderas culturas, sino por
las ventosas o garfios de sus ramas, como las plantas parásitas. No una cultura auténtica, sino de imitación.”
Ernesto Palacio: La historia
falsificada. Buenos Aires, A. Peña Lillio, 1960, p. 28-30
UNESCO
Historia General de América
Latina
Colección La Historia en plural
Ce titre est disponible.
260,00 € €
Livre
Format: 18 x 25 cm (encuadernado)
978-92-3-304234-6
Recommander ce titre à un ami
Ediciones UNESCO / Editorial
Trotta
OFERTA ESPECIAL hasta el 29 de febrero
de 2012
Adquiera todos los volúmenes por
€ 260 (precio habitual € 305)
Presentación
América Latina comprende un
inmenso territorio de 22 millones de km2 que se extiende desde Río Grande al
norte hasta Tierra del Fuego al sur, y entre los dos grandes océanos que bañan
sus orillas: el Atlántico al este y el Pacífico al oeste. La variedad de sus
ecosistemas: de densos bosques a desiertos, de altas montañas a llanuras y
sabanas, así como las diversas olas de poblaciones, el entrecruce de culturas y
el flujo sucesivo de corrientes de ideas, han constituido a lo largo del tiempo
un verdadero calidoscopio histórico y cultural. Unidad y diversidad son los dos
pilares que sostienen los fundamentos de su historia.
Por lo tanto, esta obra de
carácter académico aborda ante todo la historia de las ideas, las
civilizaciones, las sociedades y las instituciones que constituyeron los
fundamentos e impulsaron la evolución de las sociedades latinoamericanas, a
partir de la época precolombina hasta el siglo XX. Presenta las principales
corrientes culturales, sociales, económicas y políticas que se fusionaron en
esta región del mundo para crear una identidad propia, caracterizada por su
variedad y perpetua evolución.
Volumen I: Las sociedades originarias
Este primer volumen está
consagrado a las sociedades que se desarrollaron en el continente cuando éste
no se llamaba todavía América. Se examina con rigor científico el rico y
diverso tejido sociocultural de las poblaciones originarias que se asentaron en
el continente, muchas de ellas provenientes de Asia. Al mismo tiempo, se
analiza la extraordinaria hazaña de adaptación a los diversos ecosistemas del
continente, que dieron lugar a civilizaciones muy distintas cuyas opciones
culturales, técnicas, políticas y religiosas son reflejo de una extraordinaria
adaptación al medio natural de los asentamientos humanos. La obra se divide en
dos partes: América Central y América del Sur. Esta división tiene en cuenta
las diferencias considerables que separan las civilizaciones que florecieron en
estas dos grandes regiones.
Volumen II: El primer contacto y la formación de nuevas sociedades
Aunque el segundo volumen de
Historia General de América Latina comprende un período relativamente corto, se
trata de un momento crucial de su historia, que se extiende desde los viajes de
Cristóbal Colón hasta la década de 1570, cuando se establece definitivamente el régimen colonial.
Se trata de la época de los conquistadores, seguida por el establecimiento de
las primeras sociedades criollas. Este período fue particularmente marcado por las
epidemias que diezmaron las poblaciones indígenas, la implantación
de los europeos, nuevas actividades económicas y prácticas agrícolas, cambios
en la alimentación y en la medicina, nuevas estructuras políticas, la
introducción de los primeros africanos, el mestizaje, la aculturación y la
evangelización.
Volumen III, Tomo 1: Consolidación del orden colonial
Dividido en dos tomos, este
volumen de Historia General de América Latina comprende la fase principal del período colonial
desde mediados del siglo XVI, tras la ascensión de Felipe II al trono imperial
y antes de que comenzaran a aplicarse en América las reformas borbónicas, hasta
mediados del siglo XVIII.
La colonización, que se instala
en el tiempo, permite desarrollar las bases políticas, administrativas y
económicas reproduciendo modelos europeos en los nuevos territorios. Se trata
de un período de asentamiento colonial, que estructura las actividades de
producción y de intercambio, las relaciones materiales y espirituales con la Península Ibérica ,
la esclavitud,
la población compuesta de un complejo mosaico étnico y social, la religión, la
vida cotidiana, la cultura y el arte.
Volumen III, Tomo 2: Consolidación del orden colonial
Dividido en dos tomos, este
volumen de Historia General de América Latina comprende la fase principal del
período colonial desde mediados del siglo XVI, tras la ascensión de Felipe II
al trono imperial y antes de que comenzaran a aplicarse en América las reformas
borbónicas, hasta mediados del siglo XVIII.
La colonización, que se instala
en el tiempo, permite desarrollar las bases políticas, administrativas y
económicas reproduciendo modelos europeos en los nuevos territorios. Se trata
de un período de asentamiento colonial, que estructura las actividades de producción
y de intercambio, las relaciones materiales y espirituales con la Península Ibérica ,
la esclavitud,
la población compuesta de un complejo mosaico étnico y social, la religión, la
vida cotidiana, la cultura y el arte.
Volumen IV: Procesos americanos hacia la redefinición colonial
El volumen IV de Historia General
de América Latina abarca un largo período que comienza antes de 1700 y termina
en vísperas de los movimientos de independencia. Examina las políticas coloniales de España
y Portugal, así como la evolución económica y social en las colonias. Durante
la segunda mitad del siglo XVIII se ponen en marcha complejos procesos de
reforma. Paradójicamente, esas reformas “pombalianas” o “borbónicas”,
concebidas en la metrópolis para renovar y afianzar los vínculos coloniales, terminan al final
por romperlos definitivamente. Pero este volumen no se limita al
estudio del papel de los criollos en el proceso de liberación del yugo
colonial. Analiza desde distintos ángulos la influencia que ejercieron los
otros actores sociales, lo que permite explicar importantes aspectos que
contribuyeron a la construcción política y social de la América Latina
contemporánea.
Volumen V: La crisis estructural de las sociedades implantadas
El período que abarca el volumen
V de Historia General de América Latina es apasionante, particularmente crucial
y controvertido. Durante tres décadas, las profundas transformaciones
ideológicas y políticas sientan las bases de las sociedades modernas
latinoamericanas, cuyos contrastes y conflictos reflejan la búsqueda de una
identidad propia en un mundo en plena mutación. Se analiza el conflicto que
comienza en 1808 en las colonias españolas entre dos campos, el criollo y el
metropolitano, y que culmina con la independencia de todas las colonias de
América Latina. Sin embargo, quedan interrogantes: ¿La independencia fue el
resultado de guerras civiles, de guerras internacionales, de revoluciones o de
simples disputas? Esta pregunta puede dar a lugar a otra: ¿Esas guerras
fratricidas fueron necesarias o, al contrario, se hubiera logrado la
emancipación en el marco de un proceso evolutivo? Este volumen trata de
responder a estos interrogantes a través de un análisis objetivo del complejo
contexto social y político latinoamericano durante este período de su historia.
Volumen VI: La construcción de las naciones latinoamericanas, 1820-1870
El volumen VI de Historia General
de América Latina estudia el proceso de fundación de los estados
latinoamericanos, desde su independencia de España y Portugal hasta la
consolidación de las nuevas repúblicas y el logro de cierta estabilidad
política en la década de 1870. El enfoque temático de este volumen permite
aprender la autopercepción que tuvieron de América Latina muchos intelectuales
y políticos, a la vez que expone sus respuestas a los retos de una nueva
realidad política.
Partiendo de un análisis de los
problemas relacionados con la búsqueda de un proyecto nacional, este volumen
examina las estructuras económicas y sociales (población, agricultura, minería,
industria, comercio, vida cotidiana, conflictos sociales y abolición de la
esclavitud), así como los conflictos creados por la inserción de los nuevos
estados al nuevo orden internacional, las relaciones interamericanas y el
intervencionismo. Presenta también las diferentes expresiones de la nueva
identidad latinoamericana en filosofía, ciencia, arte, educación y literatura,
para terminar con dos retrospectivas: la de Tulio Halperin Donghi sobre Hispanoamérica
y la de Estevão de Rezende Martins sobre el proceso formativo de la conciencia
brasileña.
Volumen VII:
Al comienzo de la década de 1870
la gran mayoría de los países de América Latina llevaban ya casi medio siglo de
vida independiente. En los años iniciales, en medio de la general inestabilidad
institucional, el predominio castrense —con excepciones— y una
vinculación más bien débil al sistema mundial, había prevalecido una «larga espera».
Pero conforme se acercaba el final del siglo XIX, en un escenario internacional
cambiante, se dieron rápidas e importantes transformaciones, que significaron
una mayor definición de los proyectos nacionales y al mismo tiempo una
incorporación de los países y de la región a un sistema mundial cuyo eje era
Europa Occidental, a la que luego se unió Norteamérica como centro de
desarrollo del capitalismo. A fines de la tercera década del siglo XX, el
panorama era distinto que cincuenta años antes. El mundo había cambiado y
Latinoamérica con él. En los años de la posguerra ambos iban a enfrentar una
gran crisis que marcaría el fin de una etapa.
En estos momentos en que el
ámbito internacional está dominado por la globalización, se ha discutido mucho
sobre el destino de los estados nacionales. En medio del debate, ha resurgido
el interés por estudiar los procesos de consolidación de los estados-nación
latinoamericanos. Y en este empeño, se ha vuelto a mirar hacia las décadas
finales del siglo XIX y las iniciales del XX, cuando se dieron profundos
procesos de definición en los países de la región. Este volumen pone énfasis en
ese gran tema, que ha sido ampliamente debatido en numerosos trabajos de
Historia Latinoamericana. Su análisis parte de los inicios de los años setenta
del siglo antepasado y concluye al final de la década de los veinte del siglo
pasado. Abarca, en consecuencia, alrededor de sesenta años, en muchos sentidos
duros y complejos, pero fundamentales para la vida de los países
latinoamericanos.
Este volumen, que recoge antiguos
debates dentro de una perspectiva general, incluye también nuevos avances de
investigación. Será, sin duda, un referente fundamental para el estudio de un
período crucial de la
Historia de América Latina.
Volumen VIII:
En poco más de setenta años, de
1930 hasta nuestros días, las transformaciones y los intentos de reforma experimentados
en América Latina han sido de tal magnitud y de tal alcance que no es exagerado
afirmar que es imposible tener una comprensión real de ellos sin un estudio
detallado de sus principios y causas.
Acontecimientos dentro de le
región como la aparición de movimientos agrarios, la intensa vida electoral a pesar de la
presencia de regímenes dictatoriales, los distintos populismos, las corrientes
indigenistas, la Teología de la Liberación o
la notable trascendencia de la literatura y las artes plásticas han marcado el
siglo XX en Latinoamérica.
Otros hechos de escala planetaria
como las secuelas del ciclo de crisis económicas, la aparición de movimientos
totalitarios o el paso de un sistema multipolar a otro bipolar en la estructura
de poder internacional después de la Segunda Guerra Mundial, que introdujo una lucha
de dimensiones ideológicas, geopolíticas y militares, han influido también en
el curso político, económico y social de la región. Han sido marcados por este
esquema los numerosos movimientos revolucionarios y sociales, y los distintos
tipos de intervencionismo.
Las nuevas tendencias de la
globalización, los renovados intentos de integración regional y el surgimiento
de proyectos políticos independientes, fenómenos perceptibles en un mundo ya no
delimitado por fronteras ideológicas, han acabado por modelar el panorama
actual de las sociedades latinoamericanas.
Este volumen, fruto de la
colaboración de veintiséis historiadores y especialistas de América Latina,
Estados Unidos y Europa, es indispensable para identificar y entender las
principales corrientes culturales, políticas, económicas y sociales que se
fusionaron para crear las sociedades latinoamericanas de nuestros días.
Volumen IX: Teoría y metodología en la Historia de América
Latina
El volumen IX de la Historia General
de América Latina analiza la historiografía latinoamericana y sus principales
corrientes, sobre todo en el siglo XX.
Los trabajos que componen este
volumen se articulan en dos partes. En la primera se estudian temas como la
significación histórica de América Latina en relación con otras regiones del
mundo, la noción de periodización aplicada al contexto latinoamericano, la
historia cuantitativa a través de sus diferentes áreas de estudio y sus
principales fuentes, desde el período colonial hasta hoy. Un capítulo de esta
primera parte está dedicado a las nuevas perspectivas y problemas en la historiografía
latinoamericana. En él se sugiere que en la década de los sesenta se produjo un corte
fundamental en la manera de hacer historia en América Latina. Las
evoluciones intelectuales posteriores serán tributarias de esta ruptura: de una
historia centrada en la historia económica, y social (1970-1980) se pasará a
una orientada a temáticas políticas y culturales (1980-1990).
En la segunda parte, se
investigan importantes áreas como la demografía histórica, la historia
económica y la sociología histórica. Teniendo como eje central las ideologías
sobre la raza y la nación en los siglos XIX y XX, se cuestionan también las
diferentes visiones de la etnohistoria latinoamericana. Por último, se enfocan
temas relativos a la política a partir del «descubrimiento» de la democracia y la
aparición de los estudios culturales en las investigaciones históricas de esta
región.
Fuente: UNESCO
No hay comentarios:
Publicar un comentario