"La primera ley de la historia es no atreverse a mentir, la segunda, no temer decir la verdad" Su Santidad Leon XIII

jueves, 22 de diciembre de 2011

El "modelo" social del kirchnerismo

El Santo Padre, León XIII en la Carta Encíclica QUOD APOSTOLICI MUNERIS nos dice que para la Iglesia Católica, la Familia es “el principio de toda sociedad y de todo reino”. En consecuencia, querer destruir la sociedad doméstica es querer destruir la sociedad civil. Por otra parte, enseña la Iglesia, que la Familia se apoya “primariamente en la unión indisoluble del varón y de la mujer, y se complementa en las obligaciones y mutuos derechos entre padres e hijos, amos y criados”.  El socialismo va en contra de este postulado esencial para la conservación de la sociedad. ¿Por qué Dios dio tanta importancia al matrimonio? “para propagar y conservar la especie humana”.

Lo que estamos poniendo en juego acá es la autoridad y la potestad para ejercerla. El socialismo pretende que no haya autoridad por encima de los hombres y puesto que la autoridad es necesaria y esencial para la vida, los regimenes socialistas se terminan transformando en autoritarios. ¿Por qué? Porque el caos no es creador sino destructor y nunca podrá existir una sociedad basada en el caos. Si existe es porque hay, en mayor o menor medida, un orden. Cuando el caos es total, la sociedad desaparece. ¿Quién quiere gobernar una sociedad que no existe? ¡Por supuesto que los socialistas no! Por eso cuando llegan al poder necesitan aplicar la autoridad de manera desmedida, o sea, necesitan ser autoritarios. Sin ese autoritarismo el caos los devoraría.

San Pablo en Hebreos 6, 4 nos dice: “Y vosotros no queráis provocar la ira a vuestros hijos, sino educadlos en la ciencia y conocimiento del Señor” Evidentemente sino educamos a nuestros hijos en “la ciencia y conocimiento del Señor”, o sea, en esa doctrina que nos obliga a ser buenos, primero con los otros y luego con nosotros mismos, haremos “provocar la ira a nuestros hijos”. ¡Tremenda observación! ¡No tenemos más que aplicarla a la educación religiosa tercermundista de los jóvenes de la década del 60 para entender la ira desatada de los 70! Quienes hoy gobiernan la argentina no fueron educados en la religión católica tradicional y por eso, sus padres, “han desatado su ira”, ira que todavía tienen y que ya se ha transformado en odio. 

La política social del kirchnerismo va en esta línea destructiva. Intenta destruir a la familia como célula primordial y fundante de la sociedad para, así, revolucionar la sociedad civil. Seguramente quieran construir sobre estas ruinas la más tremenda de las tiranías, no lo sé. Pero queda claro que las leyes de “matrimonio” igualitario, los proyectos de ley para legalizar el aborto, las políticas de educación sexual apuntan, todas, directamente contra la Familia. Si la Iglesia Católica no vuelve a sus tradiciones esto se desmadra, porque no puede haber real educación católica si la Iglesia no se muestra como tal y sino hay verdadera educación católica, seguiremos provocando la ira de nuestros hijos.

A continuación un extracto de la Carta Encíclica de León XIII QUOD APOSTOLICI MUNERIS:

La familia cristiana

Por lo tanto, la virtud saludable de la Iglesia que redunda en el régimen más ordenado y en la conservación de la sociedad civil, la siente y experimenta necesariamente también la misma sociedad doméstica, que es el principio de toda sociedad y de todo reino. Porque sabéis, Venerables Hermanos, que la recta forma de esta sociedad, según la misma necesidad del derecho natural, se apoya primariamente en la unión indisoluble del varón y de la mujer, y se complementa en las obligaciones y mutuos derechos entre padres e hijos, amos y criados. Sabéis también que por los principios del socialismo esta sociedad casi se disuelve, puesto que, perdida la firmeza que obtiene del matrimonio religioso, es preciso que se relaje la potestad del padre hacia la prole, y los deberes de la prole hacia los padres.

Por lo contrario, el matrimonio digno de ser por todo tan honroso [11], y que en el principio mismo del mundo instituyó Dios mismo para propagar y conservar la especie humana, y decretó fuese inseparable, enseña la Iglesia que resultó más firme y más sagrado por medio de Cristo, que le confirió la dignidad de sacramento y quiso que representase la forma de su unión con la Iglesia.

Por lo tanto, según advertencia del Apóstol [12], como Cristo es Cabeza de la Iglesia, así el varón es cabeza de la mujer; y como la Iglesia está sujeta a Cristo, que la estrecha con castísimo y perpetuo amor, así enseña que las mujeres estén sujetas a sus maridos y que éstos a su vez las deban amar con afecto fiel y constante.

De la misma manera la Iglesia establece la naturaleza de la potestad paterna y dominical, de suerte que pueda contener a los hijos y a los criados en su deber, pero sin por ello salirse de sus justos límites.

Porque, según las enseñanzas católicas, la autoridad del Padre y Señor celestial se extiende a los padres y a los amos; y por ello dicha autoridad toma de El necesariamente, no sólo su origen y su eficacia, sino también su naturaleza y su carácter. Y así el Apóstol exhorta a los hijos a obedecer a sus padres en el Señor y honrar a su padre y a su madre, que es el primer mandamiento en la promesa [13]. Y también manda a los padres: Y vosotros no queráis provocar a ira a vuestros hijos, sino educadlos en la ciencia y conocimiento del Señor [14].

También a los siervos y señores se les propone, por medio de mismo Apóstol, el precepto divino de que aquéllos obedezcan a sus señores carnales como a Cristo, sirviéndoles con buena voluntad como al Señor; mas a éstos, que omitan las amenazas, sabiendo que el Señor de todos está en los cielos y que no hay acepción de personas ante Dios [15].

Todas las cuales cosas, si se guardasen con todo cuidado, según el beneplácito de la voluntad divina, por todos aquellos a quienes tocan, seguramente cada familia representaría la imagen del cielo, y los preclaros beneficios que de aquí se seguirían, no estarían encerrados entre las paredes domésticas, sino que emanarían abundantemente a las mismas repúblicas.

Notas
7 Rom. 13, 1-7.
8 1 Cor. 12, 27.
9 Sap. 6, 3 ss.
10 Act. 5, 29.
11 Hebr. 13, 4.
12 Eph. 5, 23.
13 Ibid. 6, 1-2.5
14 Ibid. 6, 4.
15 Ibid. 6, 5-7

2 comentarios:

  1. Tienes que aceptar que no todo los Argentinos son Catolicos y no todo los Argentinos son decendientes de Espanyoles y Italianos como vos. En en pais tan corupto como Argentina La Familia es nada mas que un linea de defensa, nada mas que eso, desfrasado en una cosa que no es. cuando no hay comunidad, cuando no hay sociedad, respeto para los autoridades, leyes que functiona para todos, respeto para la naturaleza, oportunidas para todos - no solo para la gente con plata y coneciones y ojos azules, la unica cosa que existe es La Familia. Pero si uno quiere vivir en un pais donde hay respeto por lo de mas, otros opiniones, otros religiones, otros formas de hacer, en un pais donde no es solo pero contra pero con toda la gente adentro de su casa abajo de los rejas viviendo con miedo por lo de mas, en un pais donde hay oportunidades para todos, tienes que aceptar si hay dos personas que quieren casarse este gente tienen este derecho egual si son lo mismo sexo o no.

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  2. Gracias por comentar pero la verdad no entiendo el punto. infiero que queres justificar la supuesta ampliación de derechos a los homosexuales en cuanto matrimonio, cosa que como seres humanos tienen, pues nadie les impide que se casen pero la condición es que sea de distinto sexo pues a la sociedad no le interesa el amor en el matrimonio sino la perpetuación de la especie y el orden natural. Me gustaría saber desde donde me escribis, porque creo que no sos hispano, es así?

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