Nuestro gobierno, el que “supuestamente” eligió
el 54% de la población (que en realidad habría que decir la cantidad de votos
recibidos y restarle los votos comprados, de los muertos, extranjeros
documentados y apretados) esta redoblando su apuesta. Su nuevo giro hacia la
izquierda es una estrategia más de la dialéctica que subyace en su interior,
sin más que ahondar la destrucción de un orden nacional del que poco o nada
existe ya.
Una de las características más sobresalientes
de este régimen y para el cual trabaja un grupusculo incesantemente es la
destrucción del orden social de nuestro país tal como lo concebidos desde su
fundación hasta el día de hoy. Este grupo se ha empeñado en aplicar recetas
ideológicas peligrosas. Destruir la familia, célula fundamental de cualquier
sociedad ordenada que busca la paz, es la muerte segura. Si bien este proceso
lleva años y hasta décadas estamos frente a su resolución, frente al futuro
cadáver agonizando. ¿Dejaremos que nuestra desidia lo lleve a la muerte
final? Atacar la familia, atacar la
propiedad privada, atacar el matrimonio, atacar al nonato y al enfermo
terminal, atacar al hombre en su totalidad es perverso y satánico. Este vacio
social al que nos estan llevando no tendrá relleno más que con la violencia más
cruel de parte de aquellos arquitectos de este nuevo modelo social que nunca
han aplicado y que, demás esta decir, van contra todo orden natural. Se
inyectará en las mentes y destruira toda paz espiritual. Será un maremoto
incontrolable en donde dominara la crueldad y no habra paz, pues no habrá
orden.
Cuando quisieron aplicarlo hubo instituciones
sanas que lo impidieron, por una gracia de Dios, pero hoy no las hay. No hay
corporación sana que pueda tomar las riendas de la sociedad y restaurar el
orden que precede a toda paz social. Estamos frente a un hecho único en la
historia de nuestro país y del mundo: la perversidad del desorden no tiene
freno: solo Dios puede detener esto pero El esta enojado con esta humanidad tan
desquiciada.
En algun momento pense que los gremios o las
fuerzas armadas podían tomar el rol de restauradores pero eso ya no puede ser.
Estan viciadas por el sistema, estan carcomidas por dentro. Luego pensé en la
Iglesia pero me di cuenta que nada puedo esperar de los traidores que la tienen
sufriente. Por último, pensé en las familias sanas y una comun unión entre
ellas pero cada vez más veo, con gran tristeza, que el ataque las va tumbando.
Espero que la Virgen nunca deje de escuchar
nuestros ruego porque sino, miren hacia los cuatro puntos cardinales, porque
los arcángeles estan soplando las trompetas: el Apokalipsys esta ya entre
nosotros.
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