Proclama del Gobierno Revolucionario del 4 de junio de 1943
Al pueblo de la
República Argentina :
Las Fuerzas Armadas de la Nación , fieles y celosas
guardianas del honor y tradiciones de la patria, como asimismo del bienestar,
los derechos y libertades del pueblo argentino, han venido observando
silenciosa, pero muy atentamente las actividades y el desempeño de las
autoridades superiores de la
Nación.
Ha sido ingrata y dolorosa la
comprobación. Se han defraudado las esperanzas de
los argentinos, adoptando como sistema la venalidad, el fraude, el peculado y
la corrupción.
Se ha llevado al pueblo al
escepticismo y a la postración moral,
desvinculándolo de la cosa pública, explotada en
beneficio de siniestros personajes movidos por la más vil de las pasiones.
Dichas fuerzas, conscientes de la
responsabilidad que asumen ante la historia y ante su pueblo cuyo clamor ha
llegado hasta los cuarteles – deciden cumplir con el deber de esta hora: que
les impone salir en defensa de los sagrados
intereses de La Patria.
La defensa de tales intereses
impondrá la abnegación de muchos, porque no hay
Gloria sin sacrificio.
Propugnamos la honradez
administrativa, la unión de todos los argentinos, el
castigo de los culpables y la restitución al Estado de todos los bienes mal
habidos.
Sostenemos nuestras instituciones
y nuestras leyes, persuadidos de que no son ellas, sino los hombres quienes han
delinquido en su aplicación.
Anhelamos firmemente la unidad del pueblo argentino, porque el Ejército
de la patria, que es el pueblo mismo, luchará por la solución de sus problemas
y la restitución de derechos y garantías conculcados.
Lucharemos por mantener una real e integral soberanía de la Nación ; por cumplir
firmemente el mandato imperativo de su tradición
histórica; por hacer efectiva una absoluta, verdadera y leal unión y
colaboración americana y cumplimiento de los pactos y compromisos
internacionales.
Declaramos que cada uno de los
militares, llevado por las circunstancias a la función pública, se compromete
bajo su honor:
- A trabajar honrada e
incansablemente en la defensa del honor, del bienestar, de la libertad, de los
derechos y de los intereses de los argentinos;
- A renunciar a todo pago o
emolumento que no sea el que por su jerarquía y grado le corresponde en el
Ejército;
- A ser inflexibles en el
desempeño de la función pública, asegurando la equidad y la justicia de los
procedimientos;
- A reprimir de la manera más
enérgica, entregando a la justicia no sólo al que cometa un acto doloso en
perjuicio del Estado, sino también a todo el que, directa o indirectamente, se
preste a ello;
- A aceptar la carga pública con
desinterés y obrar en ella sólo inspirados en el bien y la prosperidad de la
patria.
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