"La primera ley de la historia es no atreverse a mentir, la segunda, no temer decir la verdad" Su Santidad Leon XIII

viernes, 18 de mayo de 2012

Adoctrinamiento de la juventud


Ganarse la juventud hoy no es tarea fácil. La generación de sus padres ha dejado librada su educación a los medios masivos de comunicación, llámese televisión, Internet, música o video juegos y, según mi experiencia, veo muy difícil desarraigar ciertas prácticas antinaturales. En esencia, el problema es la destrucción de la inteligencia que debe guiar a la voluntad o debe advertir el peligro al alma. Sin una inteligencia ordenada al bien y humilde en la evaluación de sus posibilidades es imposible que arraigue la gracia santificante presupuesto necesario para obrar el bien y proyectar la paz. Por eso la principal tarea del maestro de jóvenes debe ser buscar el restablecimiento de ese orden natural en su inteligencia y luego en su vida misma. La destrucción de la lógica en las inteligencias jóvenes, por el consumo masivo o el consumo de drogas, se puede transformar en irremediable sino hacemos algo ya. La urgencia hoy es el restablecimiento del orden natural y por eso la lucha por la legalización del aborto es esencial en esta batalla.



Por otro lado, el aditamento de católico a cualquier asociación o fundación puede ser contraproducente para el adoctrinamiento pues la religión católica hoy esta totalmente desacreditada en gran parte de la población de nuestro país (la mayoría de las veces, lamentablemente, con razón entre los jóvenes). Nuestro obrar debe ser impecable si queremos triunfar en el bien y atraer a los jóvenes a un proyecto nacional ordenado y pacífico, pues sino la derrota será terrible. La coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos debe ser perfecta.



Por último, me gustaría terminar con la cita de un periódico católico sobre la obra del padre Grote, el impulsor del catolicismo social en nuestro país a fines del siglo XIX:

“Los Círculos de obreros son una institución eminentemente cristiana y civilizadora nacida en el seno de la Iglesia católica y que a su sombra bienhechora ha de crecer y fructificar, y cuyo objeto no es otro que atraer al obrero al servicio de Dios por medios sumamente cómodos y sencillos, como son el socorro mutuo, la enseñanza gratuita, las diversiones, etc. He aquí el medio más eficaz para estimular al pueblo a formar parte de esa asociación, porque es necesario valerse de las mismas armas de los enemigos; es necesario atraer al obrero con los mismos medios que emplean los malos para separarlo de Dios y hacerle aborrecer la Iglesia; acostumbrándolo, al mismo tiempo, a desobedecer sus preceptos. De ahí la necesidad de establecer esa especie de asociación de socorros mutuos, para auxiliar a la clase menesterosa en sus necesidades y por este medio inducirle al cumplimiento de sus principales deberes. Así trabajan las sectas y así hemos de luchar también nosotros y obtener la victoria del bien sobre el mal, de la verdad sobre el error, de la virtud sobre el vicio.”
La Voz de la Iglesia, Buenos Aires, 15 de marzo de 1893.


Gran ejemplo de adoctrinamiento que dio lugar treinta años después un gran movimiento nacionalista y católico único en la historia de nuestra Patria.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo. Ademas la juventud , de todas las épocas, siempre tuvo la misma característica que es adherir a un ideal mas alto (o que parece mas alto) más grande que ella. Por eso es fácil atraerlos, pero no siempre necesariamente al buen camino. Este vacío dejado por la Iglesia, también en crisis , lo llenan sectas, bandas de música que envían mensajes destructivos, programas de televisión disolventes, profesores carismáticos pero errados, o en los casos mas raros algún pensador de otra época, también alejado de la Verdad, que ellos descubren y con el que se apasionan a veces demasiado. por eso creo que cada uno desde su lugar debe tratar de primero, practicar y alimentar su fe católica para dar ejemplo (y por el bien de su propia alma), instruirse para defenderla y por último atreverse a predicarla. Porque la Iglesia no son solo el Papa y los curas, somos todos los que conformamos el cuerpo místico de Cristo y en esta época de crisis (como las hubo tantas a lo largo de la historia dentro de ella, crisis que generan los hombres que la conforman , pues ella siempre es santa) tal vez seamos los laicos quienes debamos asumir un rol decisivo.

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