"La primera ley de la historia es no atreverse a mentir, la segunda, no temer decir la verdad" Su Santidad Leon XIII

martes, 5 de febrero de 2013

La democracia es un escollo para la defensa de la Patria

A las claras el sistema democrático es una estructura creada para satisfacer las aspiraciones de dominio de quienes tienen una mentalidad mercantil y materialista, ya sean de derecha como de izquierda. La ilusión de la representación popular, “la tiranía del número” como la llamaba Leopoldo Lugones, es utilizada por quienes detentan el verdadero poder para enriquecerse a costa de los más necesitados. Pero también engañan (o se dejan engañar) a quienes amasan una fortuna dentro de este sistema. El gran problema es el espíritu que mueve a aquellos que viven dentro de él: ya sea los conscientes como los inconscientes  Los conscientes  son quienes se esmeran por sostener el armazón, muchas veces comprando voluntades y, por supuesto, manejando los medios masivos de comunicación (sean oficialistas u opositores). Los inconscientes sostienen que no hay sistema mejor para los tiempos que corren y que hay que ir por la “profundización de la democracia”. Me voy a detener un poco en este último pedido.

La “profundización de la democracia” que tanto demandan muchos movimientos sociales y hasta políticos, no es más que una estrategia para disimular cada vez más a quienes verdaderamente detentan el poder. No solo eso, sino que también es una estrategia de estos últimos para deshacerse de quienes han perdido la legitimidad, evitando de esta manera, una situación límite que puede redundar en caos generalizado y en la toma del poder por parte de un grupo que tenga verdaderos objetivos patrióticos.

La democracia liberal y la socialdemocracia es un escollo para la defensa de la Patria, es un escollo para el bien común y la salud pública. Ahondar este sistema es cambiar algo sin cambiar nada. Fíjense que los únicos momentos en los que nuestro país comenzó un proceso de industrialización que lo podía llevar a cierta emancipación de los intereses antipatrioticos (internos y externos) fue durante los dos guerras mundiales, cuando las naciones (en la primera) y las corporaciones (en la segunda) dejaron de enfocarse en nuestra riqueza.  Fueron gobiernos militares los que comenzaron con el proceso de industrialización (aunque para sustituir importaciones) y fue un proyecto militar el que buscó ponerlo en marcha. Políticamente incorrecto decirlo, pero la realidad habla por sí sola.

El gobierno militar de 1943 contó con unas circunstancias inéditas tanto en lo interior como en lo exterior. En lo interior, el coronel Perón le ganó el apoyo popular que ponía en peligro su poder, y en lo exterior, pudo sostener una posición independiente de los centros hegemónicos sin sufrir mayores consecuencias. Y esas decisiones surgieron de principios inmutables de prudencia y justicia y no fueron empañados por la dialéctica relativista de los políticos de turno. Era imposible en una coyuntura de guerra mundial esperar a la deliberación de un Parlamento para tomar decisiones clave. La política democrática no entorpeció el trazado de los grandes proyectos nacionales, porque no existió tal política. Fue luego de la segunda guerra mundial, cuando el gran triunfador del Norte presiona al mundo “que quiere ser libre” a que se vuelque al sistema democrático con la excusa de era el mejor muro frente al comunismo; en el fondo no era más que para hacer buenos negocios. Es ahí cuando Perón deja de tener esa libertad de acción de la que gozo mientras se reestructuraba el mundo occidental y se vuelve a las relaciones comerciales y de dependencia al amparo del Imperio yanqui, que no hicieron más que transformar a la Patria nuevamente en una patria colonial.

Hoy esa corporación de políticos que defienden a raja tabla el sistema democrático, estrechó sus filas para deplorar los abucheos a Boudou y a Kicillof no vaya a ser que el clima imperante los deje sin “trabajo”. Los políticos, sean de izquierda o derecha, oficialistas u opositores, junto a los medios de comunicación son hoy quienes mantienen sometido al pueblo llano en la más servil de las circunstancias. Ya tendrán que dar cuenta de esto. 

2 comentarios:

  1. NO ENTIENDO COMO PUEDE JUNTAR A DIOS EN LA DEFENZA DE LA PATRIA O DECIRSE CRISTIANO Y ESCRIBIR ESTO. DIOS NO TIENE FRONTERAS Y DEBEMOS DEFENDER LOS VALORES DEL EVANGELIO NO LOS DE LA PATRIA. DEBEMOS REZAR POR NUESTRO PAIS Y SUS GOBERNANTES. VIVIR EL EVANGELIO CADA DIA DESDE DONDE NOS TOQUE Y DEJAR DE ATACAR CON TEMAS COMO ESTE.

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  2. Fámita:

    antes que nada, gracias por comentar. Vos escribis: " DIOS NO TIENE FRONTERAS Y DEBEMOS DEFENDER LOS VALORES DEL EVANGELIO NO LOS DE LA PATRIA" Creo que hay que hacer algunas aclaraciones:

    Como cristianos debemos defender los valores del Evangelio y BUSCAR QUE SEAN LOS DE LA PATRIA. Desconocer la defensa de la Patria va contra el Cuarto Mandamiento y es un pecado mortal. Cito el Catecismo de la Iglesia Católica:

    2239 Deber de los ciudadanos es cooperar con la autoridad civil al bien de la sociedad en espíritu de verdad, justicia, solidaridad y libertad. El amor y el servicio de la patria forman parte del deber de gratitud y del orden de la caridad. La sumisión a las autoridades legítimas y el servicio del bien común exigen de los ciudadanos que cumplan con su responsabilidad en la vida de la comunidad política.

    Fijate lo que dice esta línea: "El amor y el servicio de la patria forman parte del deber de gratitud y del orden de la caridad"

    Como podrás leer el amor y servicio a la Patria es un deber de todo cristiano.

    Por último, el ataque es al error, tal como enseñó Cristo, y no a las personas, sino estaría errando gravemente. La democracia liberal y la socialdemocracia fue condenada por el Magisterio de la Iglesia único con la potestad de interpretar las Sagradas Escrituras.

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