Las noticias que llegan de
Europa, la desterrada, no son para nada alentadoras. La ideología de género
sigue dando muestras de su fortaleza apoyada en millones y millones de dólares
yanquis y europeos amasados con los años por grandes familias sionistas (sino
vean de donde vienen las grandes financiaciones al LGBT, los argentinos
conocemos muy bien a Paul Singer y a George Soros) y articulados por infinidad
de instituciones intermedias, llaméense ongs o fundaciones o como quieran. Pero
no nos podemos quedar en el dato, debemos ir más alla, debemos analizar a la
luz de la Fe para que todo lo que suceda tenga un por qué real.
A partir de la caída de la Rusia
Comunista el mundo fue unipolar. Estados Unidos dominó la escena internacional
con sus dólares y… sus dolores. Junto con las Naciones Unidas, o sin ellas,
impuso un modelo que se aceleró a partir de la caída de las Torres Gemelas
(¿una logia ha batido columnas para dar lugar a la fundación de una nueva junto
a una nueva era? No se, se me ocurre). En la historia de la humanidad y en la
realidad humana dominada por la inteligencia y la voluntad, frente a una acción
tenemos una reacción. Las Naciones Unidas junto a Estados Unidos están tratando
de romper con el orden natural que tan magníficamente se plasmó en el orden
romano y han encontrado en Rusia una reacción.
El conflicto ya no es ideológico.
Queda claro desde el momento en que la izquierda internacional se alia a esta
Rusia que muestra visos de tradición, para hacerle contrapeso al Norte capitalista
e imperialista, pero, por otro lado, apoya todo tipo de disposiciones
destructoras del orden natural, que Rusia rechaza. ¿Quién usa a quién? No lo
sé. Lo único que veo en este tipo de políticas es que la Verdad queda
desamparada y a un costado del camino. Una alianza entre una nación que está
tratando de volver a sus tradiciones milenarias con movimientos como la
izquierda internacionalista o una religión como la musulmana o hasta cierto
coqueteo con una parte del sionismo, la verdad no me cierra.
Putin ha comenzado una dialogo
fraterno con los países hispanoamericanos que transitan por lo que se dio en
llamar el Socialismo del siglo XXI. Tiene una muy buena relación con la
Venezuela de Maduro, con el Ecuador de Correa, la Bolivia de Evo Morales, la
Argentina de CFK. ¡Nada más alejado de las tradiciones que desea revivir el Oso
eslavo que estas naciones, ultrajadas por la más vil de las ideologías! ¿No lo
ve Putin? ¿o es que en política internacional necesita de los enemigos de mi
enemigo? Si es así, Rusia sigue fornicando con los reyes de la tierra y la
Tradición es una posición más (no la única posición) para ganar a los
desahuciados.
Por otro lado tenemos al
Occidente Crispado (no Cristiano, porque nada queda ya, solo islas de santidad
en una oscuridad que arrecia). Activamente ha comenzado con la disolución de
todo orden natural. Impone la ideología de género que no es más que la
destrucción del orden natural en el ámbito personal. Mujeres que quieren ser
varones, varones que quieren ser mujeres, mujeres que están con mujeres y
varones con varones. Buscan también destruir la pureza de la niñez incentivando
la perversión entre adultos y niños. ¡Ay de quien se meta con uno de Sus niños!
¡No me gustaría estar en sus zapatos! Pero no se quedan en lo que se ve, sino
al mejor estilo anti cientificismo van por lo que no ven, pero ahora consideran
que existe: el niño en el vientre materno. La
aberración del aborto, practicada en el pasado por los pueblos salvajes, ya es una plaga
mundial.
Esta destrucción del orden
natural es la llave para la construcción de uno nuevo, del famoso hombre nuevo que
profetizaba, sin saberlo, Karl Marx. El hombre sin Dios, el hombre Dios.
¿A quienes representa Rusia y a
quienes Estados Unidos?
Los aliados de Rusia son los
eslavos por supuesto, junto a los musulmanes, China, India y la izquierda
latinoamericana, algo así como todos los que no están con el Euroatlantismo
como lo llama Alexander Duguin y repite Putín en su discurso del 2013. Por el
lado de Estados Unidos sus aliados son las Naciones Unidas, o sea, los países
Europeos, desde España hasta Alemania. Europa del Este es el avispero, solo
hace falta hacer un mínimo ruido para que las avispas salgan disparadas como
flechas por todo el mundo.
Las alianzas de Rusia se han
forjado recientemente. No vienen de antaño, aunque en el pasado lo hayan sido y
esta es la clave para entender el por qué de tantas contradicciones esenciales
en el seno de este grupo: marxistas, gramscianos, derecha pagana, cristianos
ortodoxos, musulmanes no extremistas (algunos extremistas también), una parte
del sionismo (el que quedó afuera del negocio), católicos tradicionalistas,
antiguos comunistas, fascistas, socialistas siglo XXI, progresistas. Los ha
conglomerado la oposición, no ha nacido de una participación consiente a
principios inmutables, no… es puro pragmatismo.
Fíjense como a todos les cabe
algo: tanto marxistas, gramscianos ven en Putin el líder que puede hacerle
frente a Estados Unidos, la nación, que según ellos, representa todos los males
del capitalismo. A la derecha pagana se la compra con la simbología y la imagen
tan atrayente del líder, algo así como el superhombre nischeneano. Los
cristianos ortodoxos ven en Putin a quien les dará los recursos materiales y el
apoyo político necesario para instaurar definitivamente, lo que ellos
consideran, la verdadera sede del Catolicismo, luego de la defección de Roma y
Bizancio. Los musulmanes no les queda otra que confiar en el Oso para volver a
instaurar el antiguo Califato. Los sionistas, ¿buscaran en Putin el líder que
los lleve al tan ansiado mesías carnal? ¿Será ese Otro al que Nuestro Señor
alude cuando dice que a Él no lo recibirán pero a ese sí? Por último, los
católicos tradicionalistas, que sonríen silenciosamente al oír las palabras de un
príncipe denunciando todo lo que están defendiendo pero que el mundo silencia.
Las alianzas yanquis son las de
antaño y están atadas al dólar. El consenso de sus acciones radica en la
posesión de los medios masivos de comunicación y la tranquilidad que la
reconstrucción de posguerra les ha dado a los políticos europeos. Pero el
pueblo ya va por otro lado, está cansado. Ya lo ha demostrado en Grecia, en España
y de manera magnífica en la Francia tradicional.
Nos acercamos a la Tercera Guerra
Mundial no hay duda, si es que ya no estamos en ella, como dijo Francisco. Pero
esta guerra será la última, como profetizó de manera tan clara el Padre
Castellani, será el autosuicidio del mundo. No hay más que leer el Tercer
Secreto de Fatima y las sucesivas advertencias del Cielo sobre un inminente
castigo para darse cuenta que, aunque los hombres crean que pueden controlar
este proceso, terminará cuando y como quiera Nuestro Señor. Amen.
Yo soy católica y me doy cuenta que estamos en la apostasía y en camino a la ww3, papas masones y criptos desde el vaticano 2 todo esto profetizado . En la biblia y los hadizes del islam (también nos da pistas ) auguran la victoria del maestro Jesús
ResponderEliminar