Ucrania
ha sufrido una quiebra económica, que según muchos analistas, fue provocada. Su
líder, derrocado a principios del 2014 por un movimiento (¿popular?) fue
tentado por el FMI y por la Rusia de Putin con dinero para sanear las cuentas.
Se volcó a este último y ahí se desató la tormenta. Pero es tan oscuro todo, ya
sea por los actores en sí como por los medios de comunicación, que no logro
hacerme una imagen clara de qué es verdaderamente lo que está sucediendo.
A
principios de año nos llegaban noticias alentadoras de los dos grandes partidos
políticos o agrupaciones nacionalistas de derecha ucranianas. Parecía que, volcándose
a los principios religiosos de antaño, defendían una nueva Ucrania libre del
mundialismo, y especialmente, del sionismo. Denunciaban un cierto comunismo
subterráneo ruso y la perversidad occidental. Pero a medida que pasaba el
tiempo, surgían otras informaciones condenando ciertas coqueterías de estos
sectores con el Occidente descarriado. Algunos sitios acusaban directamente a
Estados Unidos de haber fogoneado a estos grupos “neonazis” (como los
etiquetaron) y otros, como Amanecer Dorado (grupo nacionalistas de derecha con
gran popularidad en Grecia) de haber transado con los globalistas. La crítica
de los sectores progresistas de izquierda hacia estos grupos era su filiación
con el nazismo-fascismo y Estados Unidos, matando dos pájaros de un tiro. Por
otro lado, los muchachos de Amanecer Dorado, apoyando a Putin, los acusaban de
traición a la causa nacionalista y tradicionalista. Qué fue de Sector Derecha y
Libertad no lo sé, y me gustaría que un observador sosegado me contará un poco.
La semana pasada el grupo Sector Derecha tuvo una baja importantísima entre sus
miembros, su líder fue asesinado y el ministro del Interior, directamente
relacionado con el gobierno pro europeo, está en la mira. ¿Será que la alianza
con Estados Unidos y Europa existió y ahora estos quieren despegarse? ¿Será que
nunca la hubo y esto demuestra que no están con los pro europeos? No lo sé,
espero comentarios.
Otro actor muy importante en esta trama es Rusia. Desde
hace un tiempo Putin viene demostrando una muy buena actitud frente al orden
natural y las tradiciones religiosas rusas. Prohibió la manifestación pública
de la homosexualidad (algo así como el lobby), prohibió el aborto, persiguió al
grupo feminista ucraniano FEMEN, en sus discursos ataca la inmoralidad
occidental como causa de la decadencia mundial y brega por una vuelta a las
tradiciones rusas de antaño. Mi gran pregunta es: ¿es sincera la actitud o es
en contraposición a la cultura de la muerte que proponen las Naciones Unidas? ¿Es
verdaderamente un renacer tradicional o es una treta de la izquierda para
ganarse a los eslavos y a los musulmanes para la lucha contra el capitalismo
sionista?
Por supuesto que poco importa la conciencia de Putin en este punto si
sus medidas son para el bien común en resguardo, por lo menos, el orden natural;
pero hay que estar atentos pues si el pragmatismo es su móvil pronto puede
virar hacia otros puertos más modernos.También he leído que hace unos días el
gobierno de Putin dijo que podría crear una zona de libre comercio con Israel,
cosa que me llamó mucho la atención, pues dejó colgados a los antisionistas pro
putin y a los antisionistas musulmanes que lo acompañan en la lucha. Luego,
como siempre, lo justificaron. Puede que sí como puede que no. Hitler firmó un
pacto de no agresión con Stalin, su principal enemigo y luego se lanzó a su
conquista. Ejemplos sobran.
Por
último, el gran rol de los medios en todo esto. Están los que defienden a Rusia
desde la izquierda europea más radical (antisionista y pro musulmana), pues es
el único que se le plantó a Estados Unidos y a Europa con posibilidades de
triunfo; están los que lo defienden desde la derecha, (también antisionistas
pero muy pocos pro musulmanes más bien pro europeos) pues, sumando a su actitud
antiyanqui y anti Naciones Unidas, exalta valores tradicionales rusos muy
parecidos a los que la derecha antiliberal europea busca para su continente. Si
algo tiene de bueno el premier ruso es que ha logrado despertar el antisionismo
latente, lo ha corporizado y le ha dado un valor dentro del juego mundial, ya
no está entre bambalinas, hoy está en el ojo de la tormenta.